Si no lo veo no me lo creo. Estaba en el concierto de Coldplay y no paraba de hacer fotos con mi móvil completamente roto. Sabía que no se verían bien pero me daba igual: sólo quería que no se me olvidaran todas las ideas para aplicar a Depiline que me inspiraban las luces, los colores y los fuegos artificiales que acompañaron cada una de las canciones y que transmitían buen rollo y muchas ganas de disfrutar y de hacernos felices . Por cierto, el sonido esta vez estuvo bien.
Y este es el resultado. Casi veinte años después volvemos a teñir la marca de color.
Cuando en 1998 abrimos nuestro primer Depiline, no sólo revolucionamos el sector ofreciendo servicios de imagen personal de calidad a precios asequibles, mediante un sistema de trabajo organizado por turnos y sin necesidad de pedir cita. Desafiamos el sector y llenamos de color nuestras paredes, cabinas, tocadores, secadores… e incluso los uniformes de nuestros estilistas.
Un proyecto desafiante identificado en un logo trazado con seis colores. Con un principio pero sin fin y con mucha conexión con nuestros clientes. Hoy, este logo se tiñe de gotas de esmalte de uñas, mechas de colores, paletas de sombras de ojos, chorros de tintes y trazos con barras de labios. Depiline irradia más dinamismo, alegría y felicidad que nunca. Porqué nos encanta lo que hacemos y nos encanta ponerte guapo y hacerte sentir feliz cada vez que nos visitas. Y aunque ser feliz está en tus manos, deja un poco para nosotros.
Montse Roma
Directora Marketing y Comunicación